Huelga General 29S

El 29 fue el día de la HG convocada por los sindicatos entre el desconcierto de la crisis y todo lo que conlleva.

He bajado con Rafael para tomar el pulso a la ciudad.

Una de las cosas digna de reseñar es que el tráfico era mucho menor que en días normales y laborables. He bajado con mi coche y aunque había problemas de aparcamiento, lo he podido colocar con bastante facilidad.

He esperado al “compa” en Peret, día tranquilo, comercios abiertos o semi, no mucha gente por la explanada, taxistas a la espera…

Cuando ha llegado nos hemos dirigido hacia la calle Maissonave porque me imaginaba que “El Corte Inglés” sería “caza mayor”.

No me equivocaba y cuando íbamos a mitad de la calle ya veíamos las banderolas de los sindicatos en la puerta del centro comercial.

Hacia allí me dirigía cuando he encontrado a Dani Simón que iba con su bicicleta por la acera. Saludos, comentarios y cuando me he querido dar cuenta había un tipo que estaba retándose con Dani, reprochándole la violencia de los piquetes; bueno la cosa iba a mayores y yo no podía permanecer al margen, así que me he interpuesto cuando el fulano le decía a Dani que se quitara las gafas y este no lo dudaba un instante. Bueno la sangre no ha llegado al río.

El tipo me volvía a reclamar sobre la violencia de los piquetes y “que le habían dado con el palo de una bandera en el corte inglés”. Bueno, los piquetes no atemorizaban demasiado, los comercios cerraban a su paso y cuando estaban un poco alejados, volvían a abrir.

Pero hay una clase de tipos que odian, son gentes de derechas que aunque les debería agradar la huelga por el desgaste de Zapatero, les puede más sus instintos antiobreros. Allí mismo en las puertas de unos comercios, un grupo de gente, propietarios y empleados de esos comercios, despotricaban contra la huelga y los piquetes.

“Que el que quiera trabajar pueda hacerlo, que no haya coacciones”, todo con aspecto muy democrático pero que luego he podido comprender que algunos eran auténticos fascistas, y mira que me cuesta utilizar el término por lo gratuitamente que lo hacen algunos, pero que se puede decir cuando un tipo, escupiendo veneno y odio te espeta:

“Perdisteis la guerra y la volveréis a perder!!!” “¡Comunistas!"

Bueno, yo lo miraba y no perdía la calma, el tipo hubiera cogido una pistola y hubiera empezado a disparar, tal era la rabia que le dominaba.

He sentido mucha tristeza, ¡cómo puede haber aún gente así!

Hemos continuado y el grupo ha parado ante el otro corte inglés, el antiguo Galerías y ahí han redoblado sus gritos.

 

Desde luego el “Corte Inglés” se ha erigido desde hace un tiempo como un icono y hay que ver lo que la clase obrera ha hecho por ello. Es una cuestión de socioanálisis.

Hay una detención en un tira y afloja, la gente se solivianta, aunque no demasiado, y entonces veo a Conchita Lucas en plan luchadora y que me cuenta que la gente ahora quiere irse a Comisaría y que donde tienen que estar es allí para que esos almacenes no abran. La miro sin decir nada porque yo sólo soy un tonto útil…Se va...

Ya  se dirigen a La Muntanyeta y allí se forman dos grupos, unos con los sindicatos CCOO, UGT y CGT y otro más cerca de la puerta y rodeado de policías y con un ruido ensordecedor, la USO.

Alguna vuelta por allí, algún dirigente que dice que no se irán hasta que no suelten a los detenidos y un coche de alquiler que por unos megáfonos deja salir el sonido distorsionado de mensajes grabados en valenciano y castellano que nadie escucha.

En ese momento se me hace claro que si se quieren cambiar las cosas hay que moverse en otras direcciones y ser más imaginativos e inteligentes.